Botonera

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22.3.17

XVII. "UNAS SOMBRAS, UN TREN". Revista Shangrila nº 28-29, marzo 2017



 Cines, Santiago Estruch, 2000

Foto © Santiago Estruch



Tal vez lo que retengo no sea más que una sombra,
Pero has de distinguir en ella un rostro eterno.

    Yves Bonnefoy, Del movimiento y la inmovilidad de Douve


Nathalie Sarraute recogía el guante que lanzara Stendhal al advertirnos que “el genio del recelo ha bajado a la tierra” y, en un artículo titulado “La era del recelo”, reflexionaba sobre lo que este nuevo tiempo suponía para la novela y el cultivo de las artes. Allí, Sarraute decía:

El recelo, que está destruyendo al personaje y a todo el desusado aparato que respaldaba su poder, es una de esas reacciones mórbidas con las que un organismo enfermo se defiende y encuentra un nuevo equilibrio. Obliga al novelista a cumplir lo que constituye –según Toynbee, recogiendo la enseñanza de Flaubert– “su obligación más profunda: descubrir lo nuevo”, y le impide cometer “su crimen más grave: repetir los descubrimientos de sus predecesores”.

 
Foto © Santiago Estruch


Sarraute sabía muy bien que nuestra era prefería el documento a la invención, y que esto propiciaba la crisis de la ficción frente al imperio de la no ficción. Ahora que está de moda decir entre los escritores cinematográficos que la frontera entre el documental y la ficción se ha diluido hasta extremos insospechados, parecería que ya no es necesario inventar nada, y que es suficiente con limitarnos a jugar con el material que la realidad pone delante de nuestros sentidos.  La invención ha pasado de moda y géneros como el falso documental o el documental de creación (como si todo documental no fuera un acto de creación) han ocupado el terreno que la inventiva de un autor era capaz de imaginar. Así ya no se necesitan los mitos, o, en todo caso, se revisan en un flujo constante que cada generación deja en legado a la que le seguirá inmediatamente. Pero también constatamos algo en ese relevo: lo inverosímil ha dejado de interesarnos
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 "La invención de Muriel".
Nacho Cagiga